Los amigos más fieles.

Ha pasado ya más de un año, desde que salí del pueblo sureño de Chaitén y de tanto en tanto hurgó en las cenizas de mis recuerdos las imágenes por sus calles , sus cerros , el bosque y la lluvia incesante, como en este tiempo, en que los torrentes azotan sin tregua mi casa materna, en las tierras valdivianas por donde me trajo de regreso el desastre ambiental.

Hace rato comprendí que allí ya no volvería y no es por causa de que mi hogar quedó semisepultado en las cenizas , sino porque lo poco que allá existe está en latencia permanente de otro desatre , por el volcán encendido y las eventuales inundaciones o aludes que pueden ocurrir, a través del nuevo curso que tomó el río Blanco , pasando en medio de la ciudad.

De todo lo que se perdió y por su gran significado ( aunque hace tiempo ya se dio solución a esta situación), pero nunca se logró para todos ellos una evacuación oportuna , me referiré a las mascotas , las cuales crecían en armonía con las cientos de familias que habitaban el pueblo, demás está ahondar en el significado que tienen estos animalitos en la vida de los niños y niñas principalmente y de muchos amigos(as) que como tantos, tenían en su perro o sus gatos el compañero ideal para sus instantes de sana convivencia.

Nunca tuve un animalito en mi casa , pero algo ocurría que los perros de mis amigas me querían y se acercaban hasta mi casa , así como olvidar al Yelcho , un pastor alemán que cuando mi amiga Pauli lo reprendía este se iba corriendo hasta mi casa y se quedaba por días en ella y hacia de guardian temporal en mi hogar y después el can Tuki quien venía de la casa vecina y también se instalaba en la puerta de la morada , allí dormía y hacia guardia ; por igual no olvido al gato Monin que vivía dos casas mas allá de la mía y de como con este hice amistad un día que muy temprano, cuando vi que lo sacaban de su casa y él se puso a maullar como condenado en la puerta resistiéndose al despido de sus amos; me causó mucha risa verlo asi y le dije en tono burlezca que lo habían botado por mañoso de seguro , el gato me escuchó y corriendo se subió al cerco y me siguió por esa calle como conversándome de sus motivos gatunos de lo que acababa de ocurrir, al volver en la tarde a mi hogar él me esperaba siempre en su cerco y apenas me veía comenzaba a maullar , muchas veces le prodigué caricias y me causaba asombro su fidelidad, otras iba hasta la puerta de mi hogar a pedirme comida y así pasó largo tiempo hasta que se fue con sus amos a vivir a otro lugar del pueblo...

Hago memoria en este día a los que quedaron solos aquel día de la evacuación , apenas sus amos pudieron con sus hijos y el espanto , pero más tarde se darían cuenta cuan importantes eran en sus vidas y cuando se hizo lo necesario para traerlos a sus brazos nuevamente, ya sabemos que todos lloraron con sus reencuentros y aquellos que no pudieron encontrar al suyo más que nunca le tienen en su corazón guardado el mejor de sus recuerdos de sus amigos incondicionales y más fieles.

Por ello gracias Yelcho , Tuki y Monin por haber acompañado mis días taciturnos por el pueblo y haber endulzado mis horas cuando mi ser interior volvía a ser niña y corría por las pampas de mi antiguo hogar donde crecí rodeada de los seres nobles de esta tierra.

Nadie olvida sus mascotas , ellas seguirán corriendo por siempre en el alma imborrable del pueblo de Chaitén bajo una lluvia de estrellas renacidas.