(Pintura de mi autoría con témpera y lápiz color)
Nacida en un curso de agua floreciente
auro silente reposando en la floresta
rayo de sol vivo brillando en la piedra
almacén de jugosos frutos
el árbol maduro de azules fresas
canto de jilgueros madrugadas
alza vuelo la garza a lo alto
engranaje silvestre
tejiendo a ojos cerrados
las primeras preces
del mundo en que caminara...
ave que canta en la rama
su fervor de vida en medio de tormentas
en medio de cauces profundos
lo pequeño y lo grande sollozando
en su primera bocanada
el sabor agrio y dulce de su paso
entre las manos atentas y frías
que le tienden la celada
aprender desde entonces
el primer atisbo
de las risas y dolores
de la clase humana...
se viste el cuerpo de las luces de río
al viento coronado su magia elevada
colección de ágatas despiertas en la tierra
de lo visible a lo invisible
que su pequeño ojo atisbara
de su color de noche y estrella
flor y lanza
ahí al centro amalgamada
crece en loca carrera por florestas
las ilusiones dibujadas en su rostro
en su piel
del azul profundo
sellando en su sangre la morada
de a poco se hace raíz
te haces árbol , matiz color arco iris
fulgurosos estallando en madrugadas
galopando en las cumbres cordillera
beso largo en la boca plena de agua clara
de su mano maíz , trigo y papa
perfume de cebollas
de arvejas , la malva perfumada
allí en un brazado de junquillo
se forja la cadena vergel del alma
y son tanto los nombres aprendidos
y son tantas las manos estrechadas
y los abrazos furtivos de su amor más grande
la leche fluyendo de tu seno la amada
quien corría campo traviesa con su flor
en busca de su abeja , que su miel
en la cuna de un cajón reclama
su pie cansado fornido de caminos abruptos
fue la trenza que encendió
la mirada a la vida fortaleza profunda
que cimentara el paso para el después
en sus propias zancadas
campo en trigo de su flor
el pan humeando en la mesa
de la otra amada
la sustituta que puso prenda y calor
bajo su brazo tejiendo una historia
de los quehaceres la prodigiosa enseñanza
de empezar y acabar las tareas
de saber la sustancia fina de las hojas
que de su néctar de alivio o veneno
deja en la sangre y la piel la marca
ciencia de ruda nunca olvidada
camino en aparente desbando
hilvanando en colores una puerta
trascender a lo cotidiano
voz primigenia ya sellada
aprender del oro de la lengua
palabras justas ,saber de libros
crear un nombre , una estrella
el corazón temblando en su decisión
pisar caminos conocido sin lumbres
o buscar oportunidad fecunda
que solo un saber desconocido impulsara
salir volando campo traviesa
a mares desconocidos
veleta la viento salado otra flor
el cristal forjado en el vientre pétreo
trascender arriba o mar adentro
pasar desde el temor a la certeza
no hay abandonos cuando vive
la sustancia elemental de lo que es
en esa nueva pisada.
soñar soñante de los sueños
de lo que suyo propio, al fin
un nombre , una palabra fecunda
un dolor marcado
la avidez , ironía , el clamor
que del amor no sabe ni de asomo
las impensadas encrucijadas
brillo que se teje en su centro el sabor
el fuego ígneo estremeciendo huesos
padeciendo los insaciados lugares reconocidos
por querer más que estelas vanas
de palabras fatuas desmembradas
colgando queda lo ensalobre en un hilo
romper la cáscara , la mascarada
el juego absurdo confundido
y corre en su sitio el estertor
el justo paso para dejar atrás
lo que no florece sella su olvido
libertad amalgamada
el ave otra vez vuela a su sitio
ya tiene su propio nido
sabe de su refugio
el agua de su sanidad atesorada.
Y a esta tarde, ya de este día
unos de esos tantos donde el silencio
se extiende a remezones de suspiros
donde todo y nada parece cubrir estos signos
bagaje de vida recortada
el tiempo apremia a este tiempo
descavilar en su encierro
lo mucho o poco que se ha recorrido
y alzar el anhelo viviente
de lo que permite la vida
deshacer esas miradas amuralladas
deshacer silencios
aferrarse a los sueños fortalecidos
canción del amor dispuesto
en el sol , en el agua
allá en lo hondo donde brilla la piedra
su sueño de sol conmovido
perpetuo en su canto de jilguerillos
su almacén de frutales maduros
regando esos nuevos caminos
no puede ser silencio
es voz y trueno , el azul su estela
el lirio auténtico de su alma sonrosada.
(ayer capté de amanecida este bello rayo de sol )
(Un poema muy personal , me permite agradecer una vez más por estar viva en estos días que celebraré un año mas de estarlo , por lo que agradezco a Dios y a la vida misma de seguir aquí caminando.)
