El hombre

Hoy te saludo hombre, erguido, orgulloso

Valeroso en tu nombre

Alto como un palto

Tenaz por fraguar sendas

Donde se produzca de tus manos

Una semilla alzándola al sol

En tus cuencas respiras la vida de la Tierra

Prodigios que te dieron potestad de nombres

Y saciar sed, hambre

Refugio frente a la opresión…

Manejador de los elementos piedra, mármol, barro

Fundidor del cobre y el oro

Pequeñito dios desde el día que rodó la rueda

Y retumbó el tambor

Entonces se hizo la línea del fulgor

Sentencias , designios

Rieló por el firmamento la chispa regalada

Así comenzó a caminar el bípedo trashumante

Hasta encontrar el sitio

Y fundar por sus huellas la llamada historia

Así saltó de su esencia de barro

Al genio desbocado más allá de cinceles

Tuercas y estacón …

¡Despertad al asombro!

El hombre se hizo dueño de su destino…

Cruzando mares, selvas ,desiertos

por indomables cordilleras

Por los hielos árticos y antárticos

Develó de a poco los nombres de las estrellas

el signo del arco iris

viajante estelar más allá del Planeta Azul

y hurgando las sustancias benditas de la tierra

descubrió los mundos de su herencia

como las sustancia salvadora del hongo en la sangre

en los ojos, la piel o el corazón…

Te saludo hombre padre, hermano ,amigo

Mi hombre desentrañado de los sueños

Si , yo te he visto hacedor de caminos

Abriendo tajo en el suelo sembrando trigo y frijol

Constructor uniendo pueblos olvidados

Fortachón en el hacha levantando moradas

Recogiendo espineles y sacos de navajuelas

Chayando en esteros y ríos enardecidos

Esmero de tu brazo martillando bajo el sol

Tantas veces masticando la rabia,

la angustia del salario miserable

Por tener pan en la mesa para las bocas

De amores que hacen raíces de su esencia en flor…

A ti te admiro hombre poeta, amigo

Que en tus palabras señalas sendas de amor

Así las del dolor

por aquellos que silencian sus voces de justicia

Así como reconocerte en la mirada del pensamiento

Y sentir de preguntas sin respuestas

Siendo pócima a las velas apagadas

Renaciendo por la palabra bien habida

Como fuente de crisol

Mas, respeto al hombre que ha definido

Su cantar sin martirios, ni oscuranas que lo han perdido

Por las sombras, por caminos retorcidos

Entregándose solo a la causa de su piel y al desamor

Admiro al hombre que buscando la paz ha prevalecido

Como fortín humano abriendo puertas

Y haciendo nuevos caminos de verdad

Y de reconciliación

Al hombre que templa su espíritu

En la fuerza de lo divino

Luz desentrañada de los hijos que saben

De los portales del sol…

Pues si, hombre yo te admiro

Porque has aprendido andar conmigo

En la corriente de la vida que nos toca

Conquistar juntos las lindes de nuestros destinos

Porque como dije si tú estás conmigo y yo contigo

Sabemos ambos que por siempre

Haremos el sustento de nuestra sangre enarbolada

En las sustancias cultivadas de nuestros hijos e hijas

Que nos miran en la gracia de Dios.