De tus espinas quiero aprender Señor
de tus lágrimas ensangrentadas
de tu dolor sostenido en la Cruz
de tu corona de zarzas afiladas.
Que estos pensamientos se renueven
a su gracia infinita elevada
que por tu frente flagelada
una gota de tu sangre me remueva
tantas ideas indignas de impiedad
tantas confusiones de la mente
entre palabras frías y mundanas.
Coronado de dolorosas ramas
aún ahí en cada herida
la luz se propagaba
sabiduría eterna de amor
desde siempre y para siempre
para todo agobiado caminante
igual que como aquellos
que al pie de la cruz te lloraban.
Ilumina mi mente Señor
hazme cada día
parte de tu fuente de oro
que de tu dolor
se adolece cada alma venturada
que ella nos de claridad
para comprender tu entrega
de tu amor incomparable
la más grande proeza
por nadie jamás lograda.
Rey soberano del mundo
no nos dejes confundidos
en negruras que nos acorralan
que tu sangre vertida de las espinas
limpie el saber llagado
en esta humanidad extraviada.
Meulen/2024