Del azul encendido recorrí descalzo
Los recuerdos de la tierra
Nehuen Mapu sosteniendo la vida caminante
de sendas abruptas enmarañadas de tanto follaje
casi invisible mirada entre ramas
humedad sofocante las mañanas…
Fui , cual gamo nacido de cobre , las piernas duras la piel curtida la voz camuflada entre zorzales y tórtolas buscando nidos, buscando las ramas frutos de quiscal , avellano o el maqui silvestre , manjar de copihues temblando como cerezas maduras , dulce contenido asemillaban.. .
Tiempo de aquellos donde los árboles conversaban, paso de los hijos de cobre paridos en sus raíces, bañados en el agua del lago o del mar, que en su sabor de pez la inmensidad celeste llenaba...
Tiempo de correrías en mis hombros llevando la semilla del maíz olor de musgo y laurel, lawen bendito de cada sustancia el bosque dador de vida, acarició mi pie descalzo, por decenas mis madrugadas...
Era profundo el aleteo del colibrí, sonido del rere y chucao rompiendo si acaso el silencio vibrante, ojos en gotas de sílice temblando en las hojas del canelo que en humo celeste al cielo, que en larga oración elevaba... y así fue por varias décadas de mi andar camuflado al abrigo del bosque primario…
No recuerdo cómo un día me anubló wekufe, a paso de montar cual fantasma sobre animal de cuatro patas, kawallo dominante frente al sol, mi luz bloqueaba, confusión de los alwes dormidos, nunca me despertaron, esos me poseyeron con color de oro las manos , dominando y así se vino la desgracia y en un rapto de locura blandeé mi mano, contra la misma tierra que me amancillara y prendí fuego a sus raíces, abrí boquete desde la cordillera al mar, sin piedad tan gran devastación, que ya nada repara , el alerce milenario solo salvó algunos hijos, por la abrupta cordillera nevada...
Entonces fui miserable y rastrero, de mi sangre cobre olvidada, se revelaron los ancestros a su justicia, me llevaban azotado de virulencias, me dormí abandonado y solo en medio de las brasas del rescoldo del fuego, la tierra reclamaba su venganza y testimonio quedó un monte, para que todo sepan del error y más porque de esta tierra aparentemente vencida, saca ella su fuerza descomunal y de nuestra pequeñez nada se salva...
Hoy como ayer, el hombre busca el fruto perdido por tanta soberbia, que por tiempos pretendió someter todo al dominio a su mano desbaratada...
Hoy como ayer reaprenderá, que la Tierra obedece solo a quien la creo y por eso ella es la mano que nos demuestra que somos parte de toda la creación y que solo hay un Dios Creador, que la purifica y la renueva junto con quienes le sostienen. en su gracia.
Meulen/2024.-
Referencia a este escrito:
Relato histórico sobre una historia real referida a un cerro local de la zona donde vivo llamado PICHI JUAN-
El relato dice: Pichi Juan fue un famoso talador indio de mediana estatura, de tez morena y labios horribles, de pelo negro y de ojos brillantes; brillaban ansiosos de paisajes. Extraordinariamente listo, tal cual el puma. Conoce todos los vericuetos del bosque y siempre está pronto para sacar de apuros. Muchas veces arrebata vidas a la turbulencia de los ríos. Pichi Juan, figura de las tierras australes, orienta a los colonos y les descubre los misterios de la selva; es el indio-guía, amigo de quienes llegan por los días del año 1850 a destacar ciudades.(https://www.andeshandbook.org/montanismo/cerro/3003/Pichijuan)
Vocabulario mapudungún:
Newen mapu: fuerza de la tierra Wekufe:Alude a lo desconocido ,lo negativo , que enferma.
Kawallo: caballo