Por aquí hay mañanas crudas que nos recuerdan que vivimos a la cola del mundo...como que nos ahogaremos de pronto en el mar de Drake o en el gélido Océano Pacífico...por eso cuando despierta el sol tras la montaña, el asombro llena nuestra vista y alienta el día ...más de alguien subirá alegre a su vehículo y se irá sonriente al trabajo...claro a veces dura solo la apertura de la mañana y luego vuelve el gris a dominar y la montaña nos recuerda que somos sus vecinos y nos envia soplos de hielo ...las aves escapan a las copas de árboles ancianos para refugiarse y el frío se cuela por las manos , los ojos y los pies , sin embargo en mi mirada va el color de la tierra que nos dona su belleza a su tiempo...de esa manera olvidamos un poco este clima y su rigor de lluvia, viento y hielo...y para completar a nuestro pie tiembla la tierra , por los tantos volcanes que nos recuerdan cada día su presencia y nos hacen sonreír más con su imponente belelza...
Una mirada retrospectiva al jardín...
- Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.