Manos tejedoras.

 Cuando las manos hablan enredadas en lanas

van tejiendo los sueños imaginarios de la tejedora...

Tiempo detenido en el tiempo de su labor urdida

allí ella reza su petición de amor por las hijas e hijo

entonces es dulce la obra de sus manos...

Arropo que viene de la tierra 

copiando el color de su suelo y cielo

nubes surcando el sur valdiviano 

donde duerme la luna sobre su río florido...

Danza de colores hilvanados 

en la fuerza de la primavera

y de otoños ...

cobijos por hombros y pies

para pasar los fríos inviernos...

El color se dibuja en el arte de crear con el hilo

y la lana , cadenas crepusculares

y blanca nevada de los picachos de los volcanes

abraza la tarde dormida

su silente trabajo

que sigue sin descanso 

después de hacer pan 

y servir la mesa...

Se alegra cuando hila el vellón

de la oveja plomiza y a su blancura

le tiñe con hojas su color de tierra y de sol

Ella mi hermana María

de sus manos prodigiosas

da tarea a su encanto aprendido

y cultivado con lo que enciende

lo profundo que riega su alegría

desde lo hondo de su corazón.

Meulen/2020

(Poema dedicado a mi querida hermana María Haydéé)

Proverbios 31:10

Proverbios 31: 10- 31 _Mujer hacendosa, ¿quién {la} hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. En ella confía el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias. Ella le trae bien y no mal todos los días de su vida.

“No es tu cabello de lujo, las joyas de oro o la ropa fina lo que debería hacerte bella. No, tu belleza debe venir de tu interior, la belleza de un espíritu gentil y tranquilo. Esa belleza nunca desaparecerá y vale mucho para Dios “.  1 Pedro 3: 3-4