Dedicado a los abuelos , aquellos entrañables hijos del pueblo que se negaban a partir de sus hogares a pesar del eminente riesgo...porque quienes mejor que ellos saben valorar la tierra ,el encanto de aquella zona y ansian aún su retorno...Como así también todo mi respeto y mi saludo postrer para aquellos que no resistieron la ausencia y partieron en espíritu a alojarla definitivamente.
ROMONCITO.
_¡Yo no sé que tiene esa gente loca!_ dice el viejo mientras observa impávido sentado en el banco de la costanera del pueblo , como pasan los vehículos abarrotados de gente hacia el muelle_ Miren ve...tanta alaraca por ese volcán!_ se repite una y otra vez mientras su perro Palomo desesperado corre calle arriba y abajo ladrando alrededor de él.
_¡Abuelo, vamos para el muelle!_ le gritan algunos al pasar , pero él ignora toda advertencia, desde hace más de 10 años la sordera le complica , quizás aquello no le permite escuchar los estruendos del macizo a esta hora y los temblores bajo sus pies no le hacen diferencia a sus días que con una caja de vino y unos trozos de pan pasa recorriendo de la madrugada a la noche las calles de la ciudad.
A sus casi 90 años ,poco sabe o recuerda , de donde vino hasta este pueblo , aunque a este rato mirando la cordillera ardiente se le viene a la memoria las imágenes de su juventud , por Palena o Futaleufú en otros azorados días ,donde debió cruzar la montaña arreando ganado junto a otros troperos, era de ver aquellas grupas , esas bestias que debían cruzar por verdaderas escalas de laja viva, en que sólo tenían flanqueado por un lado el paredón de la cordillera y el otro los acantilados , recuerda así cuantos de sus animales de la tropilla se perdieron por esas lindes y aún sus pilcheros que más de una vez rodaron por la tierra agreste.Para él conocerdor del peligro por la cordillera andina esto le sabe a nada en esta hora.
_Vaya _reflexiona suspicaz _ temerle a este volcán enano ...y que además naiden sabía de su existencia...! Carajo las cosas que han de verse!
_¡Que más le hará! _ dice para si el viejo _ qué haré yo por esas otras tierras , si nunca ha cruzado esos mares, si nunca he montado esas barcas ...naide me espera a mí por allá, sólo esto es lo mío, esto es lo que tengo !
Entonces el abuelo Ramoncito se levanta , mientras algunos pasan corriendo por su lado , rumbo a la rampa y el Palomo no se cansa de ahullar, mira a su perro y le dice :_¡Vamos Palomo, no seas cobarde , si estás conmigo!
Mientras las naves ululan en la bahía por su llamado de emergencia, el anciano se pierde calle abajo en medio de la nube de cenizas y al poco rato a lotananza nadie distingue su vetusto cuerpo encorbado...
Quién no vio al abuelo de las latas, urgar en los basureros en busca de las ansiadas latas que le darian el dinero para solventar sus "vicios" y su caminar lento pero efectivo, pues tanto se le veia en la plaza como en el lado sur. Eso es lo que se extraña, la gente y ese paisaje de personas que nos eran tan familiares.
ResponderEliminarvioleta Salazar
Un gusto Violeta que contribuyas a dar fe de este relato, nuestros abuelos del pueblo, erán los primeros habitantes que llegaron a esa zona y deberíamos siempre mantener un respeto por ellos y saberlos cuidar...
ResponderEliminarsaludos.-