¿Qué memoria desvelada?
¿Se queda en el mustio vacío?
¿Qué palabra no gritada araña?
el corazón?
Mas, ¿acaso es eterno el sollozo?
¿acaso no hay remedio o consuelo?
para el desamor...?
Donde los anhelos se despliegan
por ese camino del mañana
por donde se borda otro esplendor
donde sé, que al fin
verás brillar otro sol...
Y florecerán tus clisos ese día
como antes
en su morada maravilla
¡Ambrosía que destilará nuevo fulgor!
Meulen/2023
Y que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener el mismo sentir los unos para con los otros conforme a Cristo Jesús,
Ya casi me hago a la idea de que el sollozo es eterno. He creído que no, pero hay tantas razones para sufrir y no me refiero a sufrir por los problemas personales, sino al no poder disminuir el sufrimiento del prójimo. Cada día es más injusta la vida para muchísimas personas.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Sara
Eliminarlas vicisitudes de la vida nadie puede evitar, pero hay que saber enfrentar ese dilema ,que por la de uno solo, no es nada fácil,diría casi imposible, hay que buscar a Dios, sostén de toda amargura , pedir en esa súplica por el otro y uno mismo, de a poco se encuentra esa paz para poder llegar mejor a esos, que a veces necesitan tanto de uno y más de las veces les baste una sola palabra ,un abrazo o una sonrisa...todos podemos encontrar la paz si sabemos donde buscarla.
Abrazo.
Me temo que para el desamor bien poco podemos hacer, porque la memoria no perdona. Es infalible en su punzante demostración, pero existe siempre la luz de la esperanza y, en esa luminosidad podemos encontrar paciencia y consuelo. Siempre tenemos una ventana de salvación.
ResponderEliminarAbrazos estimada Meulen.
Tatiana, el desamor existe a mi ver porque uno aleja a dios de su vida y no comprende esa dimensión de amar al otro por lo que es...en ello va ligado el perdón que es algo mucho más grande que ofrendar y poder en ello encontrar esa paz para que es amemoria no nos aturda constantemente y nos haga estar en esa mirada de dolor que nada bueno nos deja... apredner a encontrar esa paz se logra solo aprendiendo acudir al Eterno Consolador.
EliminarAbrazos.
Para mim, o melhor remédio para o desamor é não ficar agarrado a memórias e seguir em frente, com fé no coração e mantendo acesa no nosso coração, a luz da esperança, pois Deus Pai sempre nos acompanha.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Beijinhos
María, llevas toda razón y sentir profundo en ello, quien ha encontrado el camino sabe por donde alimentar su espíritu y de ello poder ayudar a los demás, cercanos y lejanos , donde exista esa necesidad que en este tiempo se multiplica a pasos agigantados.
EliminarUn abrazo.
Há que guardar só o que for bom de guardar.
ResponderEliminarQue outro Esplendor brilhe e as memórias não nos sejam agressivas, mas sim floridas!
Beijinhos, Meulen!
Fá, sabemos que siempre hay un camino de descanso por donde ir en esos momentos aciagos, con la ayuda divina.
EliminarAbrazo.
«Mas, ¿acaso es eterno el sollozo?
ResponderEliminar¿No hay remedio ni consuelo?»
Hay recuerdos intensos que duran toda la vida... Así es como el alma se protege de posibles daños futuros...
Un poema muy tierno y humano.
Siempre es muy agradable pasar por su elocuente espacio...
Hermosos días de primavera. Abrazo 🌿🌷🕊️
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Majo, así es...pero de todas las tormentas los que buscan el apoyo del Señor salen airoso de esas batallas ...comprnedemos en eso la dimensión d elo que es un verdadero amor.
EliminarUn abrazo.
Cuanta tristeza deja el desamor, pero que maravilloso es conocer ese sentimiento, cuando sentimos la ausencia Meulén querida nos queda la vivencia, los recuerdos y eso no nos lo quita nadie
ResponderEliminarMagnifico poema en el que siempre dejas el brillo de la fé y esperanza
Un abrazo
Carmen, claro, de eso se aprende y reaprende porque nunca estamos libres de caer de nuevo en esos lugares...lo relevante es saber como salir de allí y que ese sentir no nos afecte en el futuro.
EliminarAbrazo.
El desamor es un camino intransitable, aunque lo frecuentamos es dificil.
ResponderEliminarAbrazo
Rosario, de ello aprendemos y a su vez nos fortalecimos como personas...sabremos cpomo actuar después.
EliminarAbrazo.
Bello poema de esperanza. Es cierto que el desamor nos hiere y pensamos que nunca vamos a olvidar a quién nos decepcionó. Pero el corazón revive, una nueva ilusión renace . Y ahora, esta primavera ¿ como no volver a creer en el amor?
ResponderEliminarLilian, me gusta esa mirada romántica del amor, que es todo verdadera...el corazón se engaña a veces solo y al fin se da cuenta que solo se puede aliviar de tanta pesadumbre, mejor si lo hace de la mano divina.
EliminarAbrazos.
Me ha encantado como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarTeresa, espero estés muy bien, del amor aprendemos cada día...
EliminarSi, nuestra esperanza es ver brillar otro sol
ResponderEliminarPaz
Isaac
Asi es Isaac, ese sol que nunca se apagará...lo que nos da vida nueva.
EliminarAbrazos.
Meulén, todo pasa y todo queda en el recuerdo, es cierto...Pero cada día empieza la vida y nos da nuevas oportunidades para superar tristezas, miedos y decepciones. El camino de la vida es puro aprendizaje de superación, como tus poemas, que nos dejan ese halo humano y divino, que nos inspira siempre, amiga...Muy bello y profundo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, amiga poeta.
La vida nos plantea un montón infinito de preguntas a las que no podemos contestar. Simplemente hay que tomarla como se nos presenta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Para mí el remedio para el desamor es amar la libertad del otro. Es descubrir que si amas también deseas la felicidad y libertad del otro. Entonces... esa persona puede querer estar sola o con otra persona. Si amas su libertad tanto como la tuya se te pasa la pena, la tristeza, el enojo, la sensación de abandono. No es fácil pero se puede.
ResponderEliminarHola Magda, que tal, yo deleitandome con otra obra que es belleza y misticismo.
ResponderEliminarEs hermosa en toda su extension y tambien resalta la importancia de mantener la esperanza en un futuro más brillante. Excelente, es muy emocionante y la rosa, preciosa!