A lo lejos entre ruidos alocados
repiqueteo de campanas
quieren acallarlas entre espurias melodías
de ritmos infecundos
deseando apagar su voz de metal fina.
Viene de lo alto su gracia portentosa
la mano ya cansada
llama al creyente a perseverar
enciende la llama de la fuerza
que recuerda dura batalla
y alejarlo de la noche
que lo quiere abrazar.
Se van uniendo otras
en su canto de agonía
despertando dormidos
y es grito de otras almas
que aunan los esfuerzos
erguirse en campaña
y a la humanidad abatida
reconquistarle
antes que se cierre el último día...
Siguen resonando campanarios
en medio de penumbras
conversan de sus fieles ausentes
alejados de piedad
retumban y prenden en la memoria
el saber que es indiscutible
que en lo alto a lo bajo
Dios siempre morará.
Meulen/2023
Lucas 19:10
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. (Lucas 9:10)
Cuanto me alegra el repiqueteo de las campanas, de esos antiguos campanarios. También tu le has prestado la debida atención, escribiendo tan hermoso poema.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un abrazo
Antonia,
Eliminarpor mi parte quedo lejos de los campanarios, pero me gustan sus sones , que nos recuerdan hacia donde hay que dirigir los pasos y aún ni si fuera así, un llamado a reaccionar donde prevalece la relevancia de buscar a Dios vivo.
Abrazo.
Muito bonito!
ResponderEliminarOs sinos dos campanários emitem a sua linguagem própria para quem os sabe entender. Em alguns lugares se vai perdendo.
Beijinhos
Fá
Eliminarlastimosamente es así, ya no hay quien toque las campanas, menos previsteros para predicar la Palabra, tiempos duros estos que hay que reservar en el corazón y la mente las buenas enseñanzas.
Un abrazo.
El sonido de las campañas de las iglesias y catedrales siempre me ha gustado mucho. También las melodías de un carillón.
ResponderEliminarMuy hermoso tu poema, Meulen.
Un beso enorme
Ana
Eliminarpocas veces escucho las campanas , ya que por donde vivo o ando no hay parroquias que las tañen, al menos donde pueda uno escuchar...
sus melodías siempre serán únicas.
Abrazos.
Una inspiración notable, exquisita y brillante.
ResponderEliminarEl sonido cristalino de las buenas campanas siempre me conmueve. ¡Hermoso y piadoso poema!
Buen fin de semana...
Querida Amiga te agradezco las palabras de aliento y buenos deseos que me brindaste en mi cumpleaños.
Te devuelvo el gran abrazo... Gracias.
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Majo si me eimagino esos sones en los grandes campanarios de las catedrales, que a veces puedo oir, muy a veces...
EliminarQue sigas estando mejor, buen fin de semana también.
Abrazo.
Ohhh, que belleza de poesia, amiga! siiii, las campanas actaan como mediadoras entre lo divino y lo humano, y nos elevan y nos recuerdan que Dios siempre estara presente, jamas perder la fe! muy emotiva tu poesia como el repicar de las campanas.
ResponderEliminarTe dejo un besote, y feliz fin de semana!
Hada
Eliminarpues así sea visto estimada, eso es para el creyente, una fuente de recuerdo que no debemos pasar por alto.
Tengas un bendecido fin de semana.
Bello homenaje a las campanas, que tanto nos han tocado el alma con su repicar, Meulén...Siempre nos llaman con alegría, tristeza, prisa o lentitud, pero lo cierto es que nunca nos dejan indiferentes...Buen poema, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz fin de semana, amiga.
María Jesús
Eliminarque asi sea, para neustro ser espiritual , un llamado a seguir fortalecidas en nuestra fe , a cultivarla cada día...acudir a ese llamado tan especial y hermoso que brota del repiqueteo de las campanas.
Un abrazo.
Precioso poema acompañado de esas campanas. Gracias Meulen. Un dicho que se dice por aquí, Campanas de mi lugar, yo te quiero bien de veras, cantaste cuando nací, lloraras cuando me muera. Un abrazo.
ResponderEliminarQue lindo Teresa , las campanas nos hablan de la existencia...gracias
EliminarLindíssimo poema é belas imagens.
ResponderEliminarAdoro ouvir o som dos sinos.
Beijinhos
María, siempre será hermoso escuchar a lo lejano esas melodías que nos remecen a lo divino.besos.
EliminarO seu toque é um alerta que chama a atenção de todos os fieis.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Juvenal,muchas gracias por comentar...linda semana.
EliminarGracias Muelen... Las campanas, nos hablan, nos llama
ResponderEliminarpara ir al encuentro con Jesucristo... Me encanta su sonar...
Abrazos fraternos!!
Así es Marian , escuchar ese sentir es muy lindo y estremece.
EliminarEl sonar de las campanas siempre me inspira mucho respeto a mí, estimada Meulen. Muy hermoso tu poema metafórico. Agradezco tu visita a mis nuevos blogs, los cuales te pido no los olvides, ya que en ellos estoy trabajando ahora, separados así por temáticas distintas, veo más ordenada mi obra. Un abrazo.
ResponderEliminarIngrid
Eliminarque estés muy bien...de todas formas escuchar las campanas es algo primordial para dar esa certeza al creyente que Dios vive siempre.
Abrazo.
¿ Como no escuchar el sonido de las campanas al atardecer? Pasan volando los sones, como pájaros oscuros que buscan refugio porque llega la noche. Si la campana llama temprano en la mañana, su voz también es como el trino de un pájaro que saluda el nuevo día. No es posible olvidar esas campanadas que en la niñez nos llamaba al Mes de María. Parroquia de Buin...¡ Cuantos recuerdos!
ResponderEliminarQue lindo Lilian
Eliminarte diré que estoy lejos de iglesias, pero de vez en cuando puedo escuchar un campanario, que siempre me trae buenos pensamientos y muy bello ese sentir por esas melodías...
Espero sigas camiando a la iglesia a rezar, siempre es poco lo que se hace.
Un abrazo.