Lo que debe perdurar...

Corriendo te veo venir desde el antes por el bosque
donde palpitan erguidos maquis y canelos
desde donde observa el copihue y machaca el carpintero...
y eres greda reluciente , imponente mocetón
destilando aromas de matas y rocío
vibrando sobre tu cuerpo
palpito  estremecido ,sobre tu granito pecho
y por tu pelo de moras maduras se dibujan mil reflejos
traes el paso del puma en su estudiado acecho
cual zorro olisqueas el espacio en busca del alimento
así vas y vienes oliendo a tierra
del venado , de liebre y del chungungo del estero...

Poderosas palabras gritas
copiando de la Tierra su portento
que de la tribu bajo los coigües
se masculla y entiende el signo
que galopa por el bosque
voz que dice y no dice
lo que es estar  en él viviendo
desmadejando entre ellos sus nudos
lo que es el sustento
cara al sol
cara a la luna
reparando una y otra vez
la vorágine de su talego
voces de lo que fueron
voces de los que están
y de los que siguen viviendo...

Tú que sabes del pulso de los árboles abuelos
por donde relampaguea el celaje
buscando el origen del silencio
sabes el rumor del agua
que agónica se desparrama por el cerro
y de la uñera firme que graba el suelo...
y de pronto no vas de prisa , no vas
husmeas la cordillera
como queriendo saber de su encono reluciente
que de tanto en tanto retumba
y te abrazas azaroso al canelo
sabes que Pillán te mira por todos los luceros
así como Kuyen delata tu paso sigiloso
en noches de desasosiego y encrucijadas
cuando tu alma enciende anhelos
de seguir avanzando por los grillares
o los gritos de los teros
soportando el puelche que castiga
en tenaces aguaceros...

A ti , te enseñaron los ancianos
desafiar el viento, la nieve
atravesando hasta Puelmapu
buscando razón de existir
travesía que forjó corazón de indio
tan duro como el acero
que soportó desde antaño
todo el dolor del atropello
preparó la memoria
fuente de sol y luna
bajo el alero del árbol primigenio
para prepararte a un mañana
y otro más
valeroso en coraje enfrentando
desigualdad desde el origen al hoy
más con el mismo vigor
de la sangre ensamblada
en el arco de su alianza
donde se funda todos los misterios...
que sales al hoy por el bosque casi inexistente
tus ojos cansados rebuscan resplandores nuevos
y levanta el toqui su signo
que se vuelve a reconstruir
por el crecer y el saber
cultivo de la Tierra su valor granito
lo ancestral
que fundamenta lo primordial
en agua, viento y fuego.