Río de amanecida.

Quien vio río de amanecida

se expandió en latido, corriente viva

exhaló suspiro de ángel coronado

voló en asombro su pecho endulzado.

Latente la voz venía

latente en las hojas de laureles resplandecía

una hora tan solo fue un segundo

cuando lo que se siente no viene 

de este mundo...

Sonar intenso llamando a canciones

viene desde el agua con sabores

ahí profundo se tejió la red celeste

que pervive a este tiempo perennes amores.

Y fue refugio del primer envío

que en este pecho de niña a mujer

se hace al contemplar un nuevo sol

que vibra al unísono con lo renacido.

Encumbrada en las alas de los vilanos

sueños que se hicieron de luz su copa llenaron

hoy volver ojos de avellanas maduras

relumbran en el pecho la hermosura.

Adonde que se mire tiembla la brisa

sonante abejorro liba su centro

rayo de espuma por el río reluciente

el rostro amado sonríe tiernamente.

El eco de su efluvio sube a lo alto

estela que ata todo lo reverdecido desde abajo

fluye en un suspiro milagroso

la eterna Creación abajada en  su río jubiloso.

Meulen/2021

(fotos personales de diferentes lugares de mi país)

Juan 37- 39

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.