Competencia de bolsas

Era un día de invierno y azotaba un viento feroz , desde el mar subía en ráfagas poderosas por las calles que suben hacia los cerros de la localidad.

Fue entonces, que a las bolsas tiradas, por las calles se les ocurrió hacer una competencia, a ver quien volaba más alto y llegaba a la segunda terraza de la ciudad.

La bolsa negra fue, la que propuso la idea y las otras se dispusieron a seguir.

Las palomas , que las miraban refugiadas  desde los aleros de las casas armaron un chillerio , lo mismo que las bandurrias aferradas a lo alto de los árboles, se dispusieron a ser de juez.

El asunto , es que de pronto por la calle Copiapo , la gente que transitaba quedó asombrada, cuando raudas vieron pasar un montón de bolsas volando por esa calle ,esquivando el trajín de los vehículos que por esta ,subían y bajaban ; algunas se estrellaron contra las máquinas y otras pasaban hasta debajo de los automóviles sin dificultad.

Las palomas les hacían barra, con un vocerío incesante a las bolsas de colores ,  lo mismo que las bandurrias con su graznido áspero  estremecían  la avenida y las bolsas volando a favor del viento, cual pájaros multicolores pasaron planeando sobre las cabezas de aquéllos,  que presos de la sorpresa, no lograban reaccionar.

Al fin llegaron unas cuantas a la segunda terraza y la que llegó más alto fue una bolsa amarilla que se quedó enredada en los cables de luz y que permanece ahí sostenida en su cetro , recordando a todos la hazaña y resplandeciente nos saluda, cuando la alumbra el sol.

Meulen/2020