Blog de escritura hurga por los senderos del ser humano, emociones, sentimientos, pensamientos, y sobretodo de mi fe cristiana , lo que hace el camino de la vida.
viernes, 7 de febrero de 2020
Bajo el árbol
Arriba en la copa
se balancea su cabeza encrespada
como la mía la jala el viento
de todas las horas
porque aquí no hay diferencia
sea un día nublado o lluvioso
o apenas cálido...el viento
siempre el viento lacerando la carne
su corteza , hiriendo la piel
las huellas de los dolores
que marcan paso del hombre
tembloroso y arrogante
mirando con desdén
el vuelo de las bandurrias
que ya durmieron su sueño
trasnochado
porque ahora se acostumbraron
a vivir en la ciudad
y observar desde el árbol
el paso tambaleante
del andante diario
de noche o de día
de la hembra herida de calle
de las luces serpenteantes
golpeando su haz frío
en la manta de cartón
del vago que tiene
su cama y su baño
bajo el árbol
que huele a distancias
perfume del licor
que escucha con paciencia
la voz iracunda que habla
de mil cosas y de nada
sumido en su mente
la distorsión
de su ser y los otros...
El árbol sostiene
el soplo de vida
que un día amanecerá
durmiendo su sueño eterno
bajo sus pies...
Meulen/2020
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Precioso poema dedicado a la vida y del árbol centenario que tanto y tanto ha contemplado. De ahí, la protección de esos maravillosos árboles míticos e incluso místicos en algunos casos.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan
EliminarSucede que el árbol es un símbolo inequívoco de nuestra existencia...
Hermoso homenaje al viento que zarandea la vida y a ese árbol, que es testigo de tantos caminantes y circunstancias. Bajo su sombra miramos el paso del tiempo, la evolución humana y la vida que cada día renace bajo nuestros pies.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu profundidad, Meulén.
Feliz fin de semana, amiga.
María Jesús
EliminarEl árbol como receptorio de vida desde el inicio de esta naturaleza, los sabios mayores que se unen en una voz y traen misterios y circunstancia que pueden ser para uno hasta aterradoras.
Confiemos en lo profundo del saber...aún tanto por develar.
Abrazos.
Profundo y reflexivo poema a ese árbol. Saludos a la distancia. Gracias por estar en CafePoetas amiga.
ResponderEliminarSandra
EliminarLos árboles en si son la habitación y casa del ser vivo que más de las veces ignora o aunque lo sepa no toma conciencia.
Abrazos.
Vengo de la noche y soy fruto de la casualidad. Nací volando porque mi madre me ofreció como alimento para un pájaro. Atravesé extensos campos y sobrevolé montañas en un solo día… Pero claro, estos son recuerdos de infancia y de la incertidumbre de no saber dónde echaría raíces. Escuchaba el corazón de mi piloto: bumbum bumbum bumbum... -acelerado como el de un humano que se lleva un susto- hasta que fui a parar donde me veis ahora.
ResponderEliminarUna hormiga quiso llevarme a su hormiguero pero me salvó una tormenta de verano hundiéndome en la tierra que me vio nacer. Mi alumbramiento tuvo sus peligros y a punto estuve de ser devorado por una cabra si no llega a ser por el disparo certero de la honda de un pastor. He conocido el frío y los días calurosos del verano, la sequía y los momentos de abundancia, la soledad y a quien ha buscado cobijo en mi sombra. En este lugar tan aislado he crecido y me he hecho mayor. Como mi madre, también he dado mi cosecha, y un hijo crece cerca de mí. A veces nos intercambiamos polen y, resulte o no chocante, por Primavera somos afectuosos gracias al viento, las abejas y otros insectos.
Hoy comienza otro día y cuesta sobrellevarlo pues el año no ha sido muy lluvioso. Mis frutos son escasos y enfermizos. Hasta los nidos de mis amigos los pájaros se empiezan a quedar vacíos en la búsqueda de tierras más productivas. Con el sol en el horizonte exhalo oxígeno y eso me llena de orgullo. Antes de amanecer el viento agita mis ramas anunciando el nuevo día con un sonido que agrada a los hombres y, desde mi soledad, me siento importante. En las tardes de verano un labrador duerme a mis pies y yo le refresco y le arrullo tras su fatigoso trabajo en la campiña, porque es un amigo fiel y en más de una ocasión me salvó la vida. Durante todos estos años puedo dar fe de quién soy, y así lo sentirá quién se acerque a mí… soy VIDA.
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EliminarQue estupendo ensayo has dejado en referencia poética del árbol... con ello se remarca que todo árbol es sinónimo de vida de esta naturaleza y humanidad , algo que el hombre muchas veces desvaloriza y ahora padece ... no se quien en definitiva desaparecerá primero...el árbol o el hombre, cuando ya no quede mas de donde exprimir el oxígeno y el ciclo de la vida se trunque, aunque no debemos entrar en la espiral de desesperación...más bien concentrarnos en energías positivas y que lo que este por ocurrir o ya esta sucediendo no sea tan nefasto...los que vienen no tienen responsabilidad, somos los que caminamos aún que no terminamos de despertar...
Un abrazo.
Qué tendrán los árboles que se comparan a la vida de un forma casi infinita...
ResponderEliminarTodo lo que ellos son,nos recuerdan los pasados ,la hermosa melancolía y la dura realidad.
Precioso ,amiguca,precioso y exquisito
Besucos
Gó
Gó
EliminarEl árbol nació primero que nosotros y uno ya sabe que vive milenios , imagínate cuanto de esta existencia guardan la memoria de sus raíces que junto a él la nuestra es nada.
Aún hay mucho por aprender.
Abrazos.
Gosto muito da partilha... Bj
ResponderEliminarGracinha, gracias también por estar.
EliminarCelebras la naturaleza en cada verso, Meulen, y te felicito.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Carlos
EliminarDe la naturaleza reaprendemos cada día pues renovamos en la observación el hilo místico del pensamiento humano.
Gracias.
Muy bonito Meulen. Besitos.
ResponderEliminarTeresa, gusto de tu aprecio.
EliminarÚnico poema del árbol, de gran belleza y de vida.
ResponderEliminarAbrazo
Rosario
EliminarTejedor de la trama de nuestra existencia.
Cariños.
ResponderEliminarMi amiga Meulen, es bello como celebras la vida y belleza
de ese árbol, para reflexionar, felicito tu pluma.
Besitos dulces
Siby
Siby
EliminarNosotros somos como árbol, lo que sucede es que pocas veces tomamos plena conciencia de ello.
Besos.
Qué hermoso este árbol, retorcido y desmelenado por los vientos. Bien da para un poema tan sentido como el tuyo.
ResponderEliminarLiliana
EliminarDesmelenado, que imagen más linda... te diré que este arbol sauce mimbre tiene.muchísimos años y esta en el campo donde vivieron mis abuelos.
Lindo día.
Hermoso poema del árbol viejo...adoro esos árboles sabios,me dan paz.
ResponderEliminarMe encanta Meulen. que linda dedicatoria. Me gusta abrazar los árboles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen
ResponderEliminarbien dices ,cuanto de lo bueno nos pueden entregar ellos...
estés muy bien!
Gracias Laura
ResponderEliminarhe abrazados muchos gorditos y flaquitos...de niña aprendí a columpiarme en ellos.
Besos.
El árbol, el ciento y la naturaleza son nuestros pilares y tú lo celebras con tus versos.
ResponderEliminarFelicidades
Un beso grande
El viento quise decir...
ResponderEliminarMeulen, meu amor. Estou seguindo
ResponderEliminaro seu blog, será que você vai seguir
o meu, hein!
Um beijo desse tamanho, oh!
Ana
ResponderEliminardel mejor elemento de la Tierra debemos aprender
gracias.
Gracias Silvio
ResponderEliminarpor seguir mi blog y compartir su apreciaciones.