Deambulo por este jardín
que meses antes fue esplendoroso
vanidoso de colores y aromas
en cada cerpentear de su brillo
amanecía y atardecía
sus reflejos de vida me recordaban
mis propios reflejos
por donde late la vida
quizás por ello
se aloja un dejo de tristeza
en mi blando corazón
así como mustias
quedan hojas de los lirios
así de mustios se adosan
el paso a mi tiempo
lo desgastado se deja sentir
por mi sangre oxidada
se agotan las células
arrugan mi semblante
emblanquece mi cabello
las manos cansadas
días taciturnos
siento un desvanecer...
...sin embargo los geranios
no dejan de florecer
y de pronto otra rosa
hace frente al próximo invierno
temblando de frío se apronta a renacer
como ellos debo aprender a saborear
estos instantes de alegrías
otros lloran verdaderos dolores
abandonos de todo querer...
Y canta en el jardín
una avecilla silvestre
alejando lo mustio del ser
aunque se que no es por mi ese encanto
así como la flor y tu canto
quiero dejar en mi rostro
esta huella de luz
que he captado en cada amanecer
y almacenar como otros días
sin dejos de triste mirada
la placidez de este latido
que busca reverdecer
y pedir en una oración a lo alto
por aquel que solo y abatido
le llegue a su alma un remanso
de todo el gran amar
que vaya al unísono latiendo
consuelo a su sufrimiento
desde la corona al pie.
Meulen/2017
(fotos de flores de mi jardín...resiste el geranio y la rosa...)
Muy bello este poema que llenas de sensaciones.
ResponderEliminarEl trascurso del tiempo donde las flores se marchitan como nos marchitamos todos por fuera, pero no el corazón que es la semilla que vuelve a reverdecer con el amanecer de cada día, como el jardín en primavera.
Me gustó mucho leerte.
Un abrazo y feliz Pascua.
Me encanta esa unidad con la belleza y el alma de la naturaleza, que nos va dejando su reverdecer y su declive otoñal...Somos flores en el jardín de la vida, vamos pasando estaciones, naciendo y muriendo cada día y renovando la luz del espíritu, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu profundidad.
Feliz semana, amiga.
Un precioso poema que muestra el paso del tiempo en el despertar de la naturaleza, alguna rosa se resiste, se apega a la vida y no quiere languidecer.
ResponderEliminarLo mismo nos pasa a los humanos, pese a que el tiempo transcurre silencioso y va dejando huellas en nuestra piel, seguimos amando la vida y esperamos con alegría que vuelva a renacer para poder contemplar su verdor y belleza.
Aquí es primavera y todo vuelve a la vida ¡ya quisiera yo que, al igual que lo hacen las plantas, las personas queridas volviesen a renacer!
Siempre agradezco tus comentarios, son bellos poemas llenos de cariño.
Te deseo todo lo mejor en esta semana que comienza.
Abrazos.
kasioles
....Y quedó el perfume prendado en tu jardín para para locura nuestra, hermosos sean por siempre los jardines,
ResponderEliminarTú estás hecha para los jardines. No te concibo alejada de ellos. Se alimentan mutuamente y me encanta el resultado en versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Muy bello Magdali! Los humanos somos así de igual que las plantas y las flores, nada es eterno todo se marchita, lo bueno es esa blancura en la que se envuelve nuestro corazón. Que siempre reine la pureza de las al mas buenas es la más grande belleza.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, y es siempre un placer pasar por esta tu casa.
Te dejo mi gratitud, e inmensa estima.
Un abrazo y feliz Semana Santa.
ResponderEliminarTus flores te inspiran con su belleza. El otoño va segando flores, pero siempre otras nuevas nacen o como el geranio, siempre te regala su persistencia y color.
mariarosa
Te has abierto para mostrar tu corazón, así eres toda tú como un jardín en flor. Bellísimo. Un abrazo, Franziska
ResponderEliminarTodo se adormece para volver a despertar, tan bellamente y con vivo colorido como esas preciosas flores.
ResponderEliminarEn el jardín de la vida, con la primavera se llena de regocijo, mientras el otoño lo adormece.
Y así ciclo tras ciclo, sigue la senda eterna el alma.
Preciosas imagenes y profundas letras nos regalas hoy.
Un abrazo y un buen fin de semana.
Ambar
Es preciosa esta comparación que haces entre la llegada del Otoño y la pérdida de nuestra juventud. Es cierto que nuestra vida fue como un jardín. Tuvimos un jardín de sueños, de ilusiones y de amores. Pero el tiempo pasó y marchitó nuestras flores. Ahora nos quedan hojas secas y mucha nostalgia. Pero también mucho para recordar.
ResponderEliminarElda
ResponderEliminarnos marchitamos por fuera ,como se dice
pero mantenemos el vigor vivo por dentro...
saludos María Jesus
ResponderEliminarque la alegría de la primavera
siempre sobreviva en nosotras.
hola Kasioles
ResponderEliminaresas huella en nuestro ser
ojalá sean siempre de belleza
de lo importante y valiosa
como las cosas buenas que se comparten a diario
estimada Tecla
ResponderEliminarese jardín descansa
ya volverá a donar sus rayos de sol...
Sara
ResponderEliminarpues de en ese jardín renacen todos los sueños
de la tierra olorosa...
Marina
ResponderEliminarlo que debe primar es la belleza del alma
el jardín de lo radiante
que crece en el corazón...
María Rosa
ResponderEliminarrenacer...el otoño no me asusta
es un lento retiro de la tierra a su descanso
para traer mejores frutos...
Estimada Franziska
ResponderEliminargracias por esas flores renovadas que dejas en mi jardín...
Ambar
ResponderEliminaren ese profundo sentir+creo estamos las que amaos la tierra
y la vida profundamente...
Lilian
ResponderEliminarLlevas razón en todo
eres sabia en ello, y que mejor saber valorar
lo que ha sido valioso para uno ...