Cabalgo tu desnudez
deshecha en el agua
en el rayo
un palpito fecundo
la suave belleza del rizo azul
abrazando todo el mar...
en el rostro de la luna
el resplendor del día y de la noche
al unísono invocando
el aleteo profundo del corazón...
la gota de sangre
ensamblada de sal...
y en tu estremecer convencida
estallando en chispas encadenada
por las rocas y el largo sonido
del viento hablando la vida
como antes , como siempre
recordándome de donde vengo
en esa gota de su sal...
y otra vez mi sueño encendido
despierta en esta orilla
navegando esa desnudez infinita
el grito fecundo
la voz primordial!
Meulen/2014
Me encanta ese despertar con la naturaleza, cabalgando en la luz, a la orilla del agua, sintiendo su sal y su inmensidad, amiga...La naturaleza nos renueva y nos impulsa, tu lo sabes bien y dejas constancia de ello, Meulén.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y tu amistad.
Feliz domingo.
M.Jesús
hola mi querida amiga M.Jesús
ResponderEliminarun poema muy bello para mi
que surge mirando ese atardecer...pero surge además cuando viajé a Valparaiso y vi lo mismo ...entonces la vida se une y se hace una sola en su sentir...