desde el tiempo en que todo se hizo piedra, cenizas,
en medio de la noche brilló el terror...
Entonces cara al mar pregunté doliente y este me contestó...
Y desde mi suelo celeste
vive para siempre la gota del auténtico dulzor,
porque en todo lugar vive Dios.
Un poema sobrio y hermoso y unas imágenes preciosas, amiga Meulen. Me encantó psar por aquí. Un abrazo y feliz semana amiga mía.
ResponderEliminarGracias Francisco
ResponderEliminarUna oración de convicción...lo que somos, lo que soy...
Un abrazo grande!