P_ I
No hablemos de muerte
hablemos de vida,
ya hay demasiados árboles quemados en el camino...
P_ IV
Ya no hay agua en el abrevadero
que el riachuelo está contaminado por culpa de las forestales.
Abajo llora Manuel
no aguanta el dolor de su panza
hace días que ya ni come
dicen que le hicieron mal de ojo
ni el remedio de las hojas ya desechan los embrujos...
Así esperaremos la hora de su muerte... amén.
P_X
-Los
pollos andan vueltos al revés
-¿qué?, esta
niña está mal de la mente!,
cosa del
diablo será que agita su cola
en este
tiempo de tanto azote , de ventarrones,
tormentas
rabiosas y ahora esta helá
que
me entumece hasta los sesos...!
-Huelo un olor rancio a lo lejos...-refunfuña Micaela-
-lo que
pasa es que están desinfectando en la granja de los gringos
-Escuéndete niña!
-no vaya
hacer que mañana amanezca con la cara torcida...
La bauda pasa cantando orillas de la casa en esa noche.
-Maldita ave malahuera, le largaremos ají y ajo por el trasero
veremos
si quiere andar jodiendo por estos lados...
Al otro día amanecieron muertos los pollos de Micaela y a ella le ha venido todo un escozor por el cuerpo...
Meulen/2017
La muerte y la vida es una cadena que no para de rodar.
ResponderEliminarCuendo de aquí te alejas apareces al otro lado, y todo para volver a empezar.
No hablemos de muerte hablemos de vida, pues en cada ciclo se renueva.
El relato recuerda las viejas tradiciones, ajo para las brujas, pero en tiempos modernos no hay ajo para los desinfestantes, pesticidas y toxicos en el agua, y así la muerte llega inesperadamente.
Voy a dar un repaso por tus bellas y profundas letras, ando muy visitando con mucho retraso.
Un abrazo.
Ambar
Ambar
EliminarPodriamos hablar de muerte y siempre ella esta presente en nuestra vida a cada paso ...es lo natural...
Mas no es lo mismo de hablar de muertes provocadas...lo que ya tiene a esta naturaleza en vivo desatino.
Gusto grande de verte aqui.
Besos.
Tus líneas tienen sabor a la filosofía del campo provinciano. Es agradable poder leerlas. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
Vicente
EliminarLa gente que vive en el campo sabe con mas veracidad y se da cuenta de lo que sucede..pues afecta directamente a sus vidas.
Gracias.
Versos de la tristeza que embarga la realidad de nuestros campos muriendo junto con su gente.
ResponderEliminarUn abrazo largo.
Sara
EliminarEsta pasando,sucede a diario...otra cosa es que queramos obviar y seguir silenciando.
Gracias.
ResponderEliminarUn grupo de poemas con la sabiduría del tiempo y los pueblos. Gracias magdalena.
mariarosa
Maria Rosa
EliminarComo digo antes ...no es parte de lo que ya paso, sino es lo que esta sucediendo.
Gusto de verte.
Un abrazo.
La Muerte anda rondando nuestro planeta. Pero la naturaleza es más fuerte que la irresponsabilidad del hombre. Y ya ves como florece una y otra vez. El desierto florido vuelve este años a llenar de alegría a quienes lo miran.
ResponderEliminarY cuando la raza humana se haya extinguido, va a seguir floreciendo la tierra. Y se sentirá un suspiro de alivio de toda la Creación. ¡ Se fue por fin el depredador máximo!
Lilian
EliminarPodria decirse que dejas muy claro la secuela que espera a la humanidad...si fueramos consciente de ello en plenitud seguro estariamos hablando de otra manera...pues seriamos plenamente responsables y tomariamos decisiones correctas de como manejar los recursos de la tierra.
Un abrazo.
Si me he dado cuenta que algo anda mal...aca han desaparecido casi por completo estas avecillas, los gorriones.... creo que es la contaminacion, pesticidas fumigaciones etc..... ya no se escucha el bullicio que cada atardecer emitían al acostarse y así...han ido desapareciendo muchísimos insectos en mi jardín..... un saludo mi amiga me encantó tu blog
ResponderEliminarsaludos Angélica
ResponderEliminarbienvenida a mi blog
espero sigamos en contacto.
Una realidad que se vive desafortunadamente a diario
los campos desolados por tanto estropicio causado por miles de razones
y los que sufren en definitiva son los débiles, esas especies que no se pueden defender.
Aún a pesar de ello debemos aprender a valorar lo que tenemos o lo que nos va quedando y cuidarlo.
un abrazo.