Yo me bañé en un pozo de agua
traída desde el límpido río...
entonces mi alegría desbordaba mi alma pequeña
la vida sonriente me acompañó
desde todos los tiempos
en el fuego de la mirada...
toda la cantarina existencia
sumergida en el balde de agua...
[...............................................] y,
¡cuanto aún anhelan mis sueños de niña
de este corazón azul
seguir la riente cascada
que revierte profundo en las cuencas diluidas
por mis ríos cordilleranos!
(Una hermosa foto que me hace recordar
tiempos grandiosos...)
Blog de escritura hurga por los senderos del ser humano, emociones, sentimientos, pensamientos, y sobretodo de mi fe cristiana , lo que hace el camino de la vida.
qué delicia de foto!!!
ResponderEliminarcuando era nenea solía bañarme en el campo a baldasos
nada como el agua fresca
besitos
La foto, hermosa, el poema con reminiscencia de la niñez que encoge el alma, Meulén. Gracias por tu apoyo constante. Poco tiempo para estar más junto a mis queridos amigos virtuales y ya sabes la razón. Igualmente, siempre veo los comentarios. Pero no siempre cumplo con el feedback. He programado muchas entradas a ver si logro no defraudar a nadie. Un abrazo, amiga.
ResponderEliminarHermoso recuerdo. Dicha que no muchos niños pueden disfrutar.
ResponderEliminarUn cariño.
mariaorsa
Meulén, bello poema, que nos trae a todos recuerdos antiguos...Alli en La Mancha se usaban "cazuelas y tinajones"donde bañaban a los niños...Aún lo recuerdo, era una fiesta de chapoteos...
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y cercanía,amiga.
M.Jesús
¡Qué ternura esa criatura! Feliz ella metidita en el agua fresca. Y tan contenta se percibe que hasta dan ganas de estar allí, ¿cierto? Con la fuerza de tu poesía y la imagen me viene a la memoria mi niñez en un pueblito de provincia, donde en los días de calor nos metíamos en un fuentón de metal o colgábamos la regadera en el tendal para colgar la ropa y poniéndonos debajo disfrutábamos del frescor y las risas.
ResponderEliminarBesos, mujer!
Eli
ResponderEliminarhay fotos que te calan hondo
porque están llenas de reminiscencias
recordar lo que fuimos es dos veces ser uno mismo...
Qué exquisita la foto y qué lindo el poema. Trae recuerdos de la niñez, siempre relacionados con chapoteos en el agua, ya fuera en el verano, en las acequias del campo o en el Invierno, en los charcos de lluvia. ¡Qué enojo de la mamá al vernos llegar con los zapatos mojados!. El agua siempre será para los niños una maravillosa fuente de diversión. Gracias por traernos esas reminiscencias.
ResponderEliminarEste poema me lleva a la niñez Meulen, y me ha parecido precioso, me has emocionado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminarZunilda
ResponderEliminarsigue adelante en lo que haces...sin preocuárse tanto
de pronto a todos nos pilla el tiempo
eso ocurre igual conmigo...a vecs entro muy cansada y tarde de noche que no me dan ánimo de escribir nada , solo leer
y tengo otros blog que debo estar compartiendo también...es un trabajo arduo...
estes bien mujer!
Mariarosa
ResponderEliminarasí mismo es...en estos tiempos como antes ha sido así
agradezco a >Dios y a la vida
que tuve una cuidada niñez
abrazos!
M. Jesús
ResponderEliminarya te imagino dentro de esas tinajeros chapoteando en completo desorden y alborozo...
hay cosas felices en nuestra vida
que nunca debemos olvidar...
Marta
ResponderEliminarVerdad que si?
cada vez que veo esa foto me surge una sonrisa desbordante
a mi ser íntimo...
me veo en ella,cuando me bañaban...claro que yo antes de ver el agua
ya estaba gritando¡pamo. pamo...!!
mi madre siempre me recordaba eso.
Lilly
ResponderEliminarAsi es amiga
el chapoteo en los caminos...es otra vivencia que yo gocé a full, cuando íbamos a la escuela de campo
y nos sacábamos los zapatos , para corretear los charcos de agua...
hasta que nos pillaron y nos dieron correctivo...a la antigua...:))
Gracias Pepe
ResponderEliminarun pedacito de nuestro vivir...
recordar lo bello nos sana!